Que cuando era canija Clep era la personificación del mal ya quedó claro. Prosigamos, pues.
Pido disculpas por adelantado si en algún momento me pongo moñas, y es que, a parte de despertar mis más bajos instintos, la Cleptómana consigue enternecerme hasta límites insospechados.
Clep es el paradigma de los contrastes.
Puede ser una criatura refinada o sacar al orco natural del más recóndito y perdido lugar de la serranía conquense que lleva dentro (la he visto intimidar a un obrero a base de piropos y pasar del "disculpe" al "mecagoenlavirgen" en menos de dos segundos).
Es capaz de entablar una conversación sobre física nuclear, política, medioambiente, moral o filosofía y pollas, culos, mierda y escupitajos. Incluso es capaz de relacionarlo todo y hacer que lo que dice tenga sentido.
Puede atraer las miradas de la gente allá donde va, de lo jodidamente guapa que es, y provocarles vómitos a continuación de lo terriblemente fea que puede llegar a ponerse (este don lo poseemos ambas, tenemos fotos que no tienen desperdicio)
Hay momentos en los que es el bicho más pícaro y listo de la Tierra y otros en los que es tan inocentona que te dan ganas de achucharle y decirle: sshhh....ala, ya pasó...
También puede ser una auténtica zorra despiadada con los que no le simpatizan o el ser más adorable/entrañable/apretujable y protector con los que quiere.
En fin, que yo la quiero mucho más de lo que ella cree, y no me cansaré de decírselo nunca (para vomitar, al fondo a la derecha, gracias).
Vamos, que si no fuera porque soy hetero y ella mi prima, le tiraría los trast...ouch!
PD: Os he dicho ya que es guapa? está cañón, la muy guarra. Y estoy siendo objetiva, eh? que yo me cago en Dios, en la genética y en la puta doble hélice de ADN cada vez que la veo.
PD2: Me he propuesto decir menos tacos, que parezco un camionero, joder.
Podcasts encadenados (IX)
Hace 5 años